Los tres objetivos de la protección

Se evita que el fuego y el humo se propaguen rápidamente en edificios diseñados a prueba de fuego. Para ello se utilizan sistemas de aislamiento y revestimientos para cables. Estas medidas impiden que el fuego se propague a otras partes del edificio.

Salvar vidas humanas es la prioridad máxima en caso de incendio. Por eso las rutas de evacuación y escape son la columna vertebral de cada edificio y deben planificarse y construirse a prueba de fuego para que puedan utilizarse en todo momento.

En caso de incendio, deben seguir funcionando los dispositivos técnicos importantes, como sistemas de detección de incendios, instalaciones para la salida de humo o iluminación de emergencia. Así se puede evacuar de forma segura y se ayuda a los bomberos en la extinción del incendio. Las instalaciones de cables a prueba de fuego y los sistemas portacables son esenciales aquí.